Desde hacía mucho. Tiempo. Se veía, venir. Yo que llevábamos de 20 años trabajando en el Barranco de Masca. Suponía, que era cuestión de tiempo. Conocí el barranco de Masca, desde principios de los 90,s. Y esto se había convertido en una verdadera locura. Cuando no lo bajaba casi nadie. El Barranco de Masca, era un remanso de paz. No había teléfonos móviles, no había rescates con helicópteros. Bajaban solo gentes, que daban por hecho, que esto era así. El barranco de Masca, era más complicado. El sendero, era casi inexistente. Y a pesar de todo esto, habían accidentes? Pues no. No habían accidentes. Los accidentes comenzaron cuando llegaron los móviles, y sobre todo, los smartphones. Como ya aviso el gran Alpinista Reinhardt Messner, de que los móviles, traerían más siniestralidad en la montaña. Ya que mucha gente, irían sin guía. Y así ha sido. En Alpes, Pirineos,…. Y por supuesto en Tenerife y en El Barranco de Masca, también. La accidentalidad en el Barranco de Masca, subía exponencionalmente, de un año a otro, según los teléfonos eran mejores. Más prestaciones, más tecnología, más accidentes. Y cuando lleguen los 5G, no quiero ni imaginármelo, cual será el futuro de la montaña. Se que puede resultar, pesimista, esto. Pero es una realidad, en el planeta entero. Antes ir a la montaña, requería una preparación física, técnica previa. Ahora solo necesitas un smarthphone, de última generación y wikilocs. Luego, están las páginas y blogs que te Dan toda la información, para que vayas solo. Claro con el interés económico, que le compres otro producto, o porque mientras visitas su página durante mucho tiempo, se posiciona mejor en Google. Y así hemos llegado hasta aquí. El futuro de la montaña se presenta negro, a no ser que se tome en serio, este tema las diferentes administraciones. Ojalá se encuentren soluciones. Y esto es muy triste, para mi y mucha gente. Los que vivíamos en gran medida, del Barranco de Masca, hemos perdido mucho, con su cierre. Y son muchas familias, además del atractivo que es para la isla. Pero claro además estaba, el impacto ambiental, al que estaba sujeto el barranco de Masca, en los últimos 10 años. Era demasiado, yo lo caminaba, 3 veces a la semana. Y vi este deterioro, y ya por último sentía tristeza, como caminante, guía de montaña, tinerfeño, canario y a amante de la naturaleza. Esperemos que las soluciones que propone el Cabildo de Tenerife, sean las mejores. Y que se trabaje en el futuro, en cordinación, con los profesionales, que de verdad conocemos el barranco de Masca, y que de verdad estén formados y tengan experiencia.